
Ya lunes!! Cada semana los lunes son horribles, hoy ni me salían las palabras, así que voy a ir al grano rapidito!
Creo que estoy en una etapa de sopas y cremas total! el otro día me puse a probar e hice dos, ayer le hice fotos y empiezo con esta crema de calçots.
Aquí es época de calçots, son como una cebollas que normalmente se comen a la brasa, se queda el fin de semana con amigos y/o familiares, se hace fuego y con las llamas se hacen los calçots, no es necesario ni limpiarlos, ya que la primera capa se le quita y lo dentro es lo que te comes, eso si, mojadito antes en un buen romesco.
Sinceramente cuando vamos de calçotada, a mi lo que me gusta más es la salsita, con pan tostado, ummm! que rico!
Este año de momento no hemos ido, así que los he hecho en crema, con un toque de romesco! Rico, rico!

CREMA DE CALÇOTS
Ingredientes:
10 calçots
2 patatas pequeñas o medianas
aceite
sal
pimienta
Para la decoración:
salsa romesco
piñones tostados
Preparación:
Pelamos las patas, lavamos y cortamos a trocitos pequeños. Los calçots le quitamos la primera piel, lavamos y cortamos a trocitos. Ponemos la patata y los calçots en una olla con un chorreon de aceite, salteamos y cuando esté blandito añadimos agua, sal y pimienta. Dejamos hervir unos 30 minutos y trituramos.
Servimos en tazas, cuencos o platos, con una cucharada de romesco. Es importante que el romesco sea bueno, lo ideal es hacerlo casero, pero como el que utilicé no lo era, pues..
Tostamos unos piñones y así le damos un toque de color y textura.
Cuando hice esta crema la congelé, tengo la manía de congelarlo todo, para evitar que se me estropeen las comidas, pero al descongelar, quedó una textura rara, pero la recuperé pasando la crema por un colador, así que no os asustéis, todo se puede arreglar.
Espero que os guste, es una forma diferente de tomar calçots!
