Hace tiempo que tenía ganas de hacer este pastel, pero nunca encontraba el momento, pensar en todo el azúcar que lleva, hacía que lo fuera postergando, pero por casualidad vi un programa de mi adorado Jamie Oliver con su madre y decidí hacerlo! oohh! qué error!!! porque ahora sólo pienso en él! Si, no es light, pero…
Por cierto, no os he comentado como fue el curso de fotografía, la verdad es que fue intenso, se lleno y justo ese día diluviaba, así que de luz natural ni hablar, pero bueno, fue bien. Paula una «alumna», adicta al pastel caramelo me preguntó ¿qué otro pastel está tan rico? y le dije, que tenía una pendiente, así que esta receta va por ti! fue un placer conocerte!
Ingredientes para el Sticky Toffee Pudding:
Cuatro bolsa de té Earl Grey Tea
450 g de dátiles de calidad
1 cucharada pequeña de canela
Nuez moscada
170 g de mantequilla
340 g harina
170 g de azúcar de caña sin refinar
170 g de azúcar moscovado
4 huevos
sal maldon
Mantequilla y harina para el espolvorear el molde
Ingredientes para la crema de caramelo:
250 g de mantequilla
125 g de azúcar moscovado
150 g de azúcar morena sin refinar
50 g de ron
300 ml de nata
Para acompañar:
Helado de vainilla
Preparación del bizcocho:
Hacemos el té con 300 ml de agua, dejamos reposar el té durante unos 3 a 4 minutos y quitamos las bolsas.
Quitamos los huesos de los dátiles y trituramos junto con la canela, la nues moscada rallada al gusta y el agua del té. Tener cuidado de no dejar ningún hueso! yo me dejé uno y cuando trituré se rompió el vaso de la batidora!!
Por otro lado, en un bol ponemos la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar, con una cuchara de madera, mezclamos, puede que cueste un poco, pero debe quedar una masa, yo al final cogí la batidora! Cuando tengamos la mantequilla mezclada con el azúcar añadimos los huevos, uno a uno, cuando estén todos, añadimos la harina y la mezcla de los dátiles.
Preparamos el molde, pintamos el molde con mantequilla y espolvoreamos harina, acordaos de retirar el excedente.
Horneamos durante uno 45 minutos, sabremos que está listo cuando al pinchar el pincho salga limpio.
Preparación de la salsa de caramelo:
En una olla ponemos la mantequilla, el azúcar, el ron y la nata. Mezclamos y cuando llegue a ebullición, estará lista.
Una vez horneado, desmoldamos y pintamos con la salsa de caramelo, es mejor que el bizcocho esté caliente, le creará una capa que evitará que el bizcocho se seque.
Este bizcocho es contundente, pero delicioso, caliente es espectacular y creo que la combinación con un poco de helado de vainilla es imprescindible!
¿os animais a hacerlo?
Este bizcocho es digno para tardes frías de invierno!