My Little Things

Hace un par de semanas recibo un mail ofreciéndome ir a Tickets y sin pensarlo dije que si. No sabía en que consistía el plan ni con quien iba, bueno, a Lila si que la conocía, pero nada más, pero son de esos planes que no piensas y al final salen redondos.

Conocía que el hermano de Ferran Adrià había abierto este restaurante, pero sinceramente, nunca había pensado ir, además, como os he comentado en más de una ocasión soy de gustos sencillos.

Llegamos puntuales, a las 7 de la tarde, entramos y el primer recibimiento fue agradable, una chica super amable nos  sirvió una cerveza especial que no lleva gas incorporado mientras esperábamos al resto de chicas.

Cuando llegaron el resto de chicas, el camarero muy amablemente nos explicó como funcionaba, o bien por carta o por menú degustación, pero  adaptándose a nuestros gustos y a nuestros bolsillos, por ejemplo dije que nada de pescado crudo para mi! Una vez aclarado el presupuesto 55 euros por persona, empezaron a llegar platos, siempre acompañados de explicaciones de lo que era y como lo teníamos que comer!

Empezamos con esferificaciones de aceitunas! D E L I C I O S O, pero además la textura era increíble.

Seguimos con anchoas y tomate confitado, algas en tempura con vinagreta de algas, unas bombas de queso manchego, ensalada de naranja con comino, ras el honout y un sabor intenso de oliva gordal, un bollo con trufa, provolone y mozzarela, cornetes de atún y para mi un carpaccio de tomate, aguacate con buey de mar, ostras y para mi una tostada con sabor nórdico con solomillo, unos guisantes con chipirones/sepionets, ESPECTACULARES! Corvina rebozada, patatas con lacón, una fajita con pollo, un pre-postre intenso de queso, un buñuelo con chocolate frío y caliente y por último, un cupcake de queso fresco, que se comía hasta el papel!

Nos gustó todo, algunas cosas más que otras, pero en general el concepto es atractivo, el éxito se basa en el servicio profesional, en la calidad de la materia prima, en las elaboraciones que te hacen probar sabores de siempre con texturas diferentes, en fin! que lo recomiendo, lo único que no nos cuadraba era la música, era como muy pachanguera, una mezcla rara, pero pensamos que era para romper la seriedad del tipo de cocina que estábamos tomando.

Había zonas abiertas donde veías como había más de una persona preparando un plato, donde todo, absolutamente todo está planificado y controlado, motivo por el cual es un éxito seguro!

Ya sabéis que yo de crítica gastronómica poco, yo comí,  hice las fotos y disfrute muchísimo  pero os recomiendo que paseis por el blog de Lila Comer con Lila para leer su crónica, por cierto, esto es un regalo super interesante para estas navidades!

 

Por cierto, uno de los inconvenientes es que las reservas son para dentro de dos meses, cada noche a las 00:00 ponen a disposición 80 plazas, tienes que pinchar y escoger la hora que quieres, te pedirán los datos personales y recibirás confirmación por mail y por teléfono, pero os aseguro que vale la pena esperar!